AGUASCALIENTES, AGS.- El pervertido sujeto que durante dos años atacó sexualmente a una menor de edad, hija de sus compadres, en diferentes reuniones, fue recapturado por agentes de la Policía Ministerial en cumplimiento a una orden de aprehensión que le giró el juez Sexto Penal por el delito de atentados al pudor.
El sujeto ya había sido detenido el año pasado pero, increíblemente, los padres de la víctima le otorgaron el perdón legal y salió libre, pero el Ministerio Público presentó una apelación y logró que se le girara la orden de captura, mediante la cual fue detenido nuevamente y recluido en el CERESO Aguascalientes.
El individuo, jardinero dedicado a la manutención de estadios deportivos, tenía amenazada a su víctima para que no lo delatara, pero finalmente se decidió a hacerlo y eso permitió que fuera denunciado y encarcelado.
El degenerado dijo llamarse Enrique Silos Buena, de 46 años y con domicilio en la calle Fraternidad del fraccionamiento Solidaridad I.
En la actualidad, la ofendida cuenta con 11 años de edad, pero desde que tenía 9 comenzó a ser víctima de las vejaciones por parte del pervertido.
Desde hacía varios años, los padres de la agraviada conocían a Enrique y a su familia, por lo que iniciaron una relación de amistad y luego de compadrazgo.
Enrique invitaba a sus compadres a un rancho ubicado en la comunidad El Relicario, al oriente de la ciudad, donde celebraban reuniones y los hijos de ambas familias se juntaban a jugar, por lo que los adultos los perdían de vista, pero no le daban demasiada importancia a ello.
Sin embargo, el año pasado, la menor de edad le comentó a su mamá que ya no quería asistir a las reuniones familiares, sobre todo cuando fueran con su compadre Enrique.
Sorprendida, la mujer le preguntó el motivo de su decisión, confesándole su hija, con pena reflejada en el rostro, que Enrique le hacía cosas en sus partes íntimas.
Le explicó que cuando jugaba con los niños, Enrique llegaba, la tomaba de la mano y la llevaba a un cuarto del rancho, donde la forzaba a que lo complaciera sexualmente y además le hacía tocamientos lascivos en su intimidad.
La menor le narró con detalles lo que el degenerado compadre la forzaba a hacer, actos verdaderamente aberrantes.
De hecho, le reveló que la atacaba sexualmente desde que tenía 9 años de edad, pero que nunca había dicho nada porque la tenía amenazada, por lo que se quedaba callada y soportaba las vejaciones cada vez que celebraban sus reuniones, hasta que se cansó de vivir esta pesadilla y optó por contarle todo.
Sin dudarlo, la mujer se trasladó a la Fiscalía Especial en Delitos Sexuales e Intrafamiliares de la Procuraduría de Justicia para interponer la denuncia respectiva en contra de su compadre, presentando a su hija para que se le tomara su declaración de hechos.
El Ministerio Público integró una averiguación previa y la turnó ante el juez penal, que la estudió y consideró que el sospechoso incurrió en el delito de atentados al pudor, por lo que le libró la orden de captura.
Agentes de la Policía Ministerial la recibieron para darle cumplimiento, lo que hicieron ubicando y apresando al degenerado cuando trabajaba en las labores de mantenimiento de un estadio deportivo, tras de lo cual fue enviado al Centro Penitenciario de la salida a Calvillo a disposición del juzgador.
Como se mencionó, después, los papás de la niña lo perdonaron legalmente y recuperó su libertad, pero gracias a una apelación del AMP, el juez le giró una orden de aprehensión por atentados al pudor y volvió a ser arrestado y puesto tras las rejas.
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