FRESNILLO, ZAC.- En pleno monte, en las inmediaciones de la comunidad Nuevo Zaragoza, en esta cabecera municipal, fue localizado el cadáver ya en estado de putrefacción de un jovencito que fue ejecutado a balazos y que estaba amarrado.
El ahora occiso fue levantado en calidad de desconocido, pero posteriormente fue identificado como Marco Antonio "N", que contaba con 17 años de edad y fue vecino de la colonia Gecaloca y era conocido como "El Moronga".
Al ser encontrado estaba atado de las manos con una chamarra verde y de los pies con una chamarra en color negro, además de que alrededor de la cabeza tenía una banda en color blanco con una leyenda que decía CDG MORONGA.
El hallazgo del cuerpo fue hecho el pasado sábado 19 de julio, alrededor de las nueve de la mañana.
Un vecino de la población mencionada caminaba por el monte, por el camino Bajío Centreño de Carrillo, cuando de pronto observó el cuerpo del hombre, por lo que dio aviso al delegado de la comunidad, que acudió al sitio y lo corroboró, reportando lo anterior a los servicios de emergencia.
Al lugar acudieron oficiales de la Policía Preventiva, que hallaron el cadáver a 10 metros del camino mencionado, percatándose que ya se encontraba en estado de descomposición y que cerca del cuerpo había tres casquillos percutidos.
Poco después llegaron efectivos del Ejército Mexicano y las autoridades ministeriales, que se encargaron del levantamiento del cadáver para su traslado al SEMEFO, a donde ingresó como desconocido.
El ejecutado vestía pantalón de mezclilla color azul marino, playera en color negro con franjas en color blanco y tenis también en color blanco con franjas en color negro.
Al día siguiente, domingo 20 de julio, a las 4 de la tarde, fue identificado por su padre Mario Delgado, de 33 años de edad y con domicilio en Calera de Víctor Rosales.
El hombre se presentó en las oficinas de la Policía Ministerial y declaró que el martes 15 de julio, a las 6 de la tarde, a su casa llegó su nuera, que le dijo que su hijo no había llegado a dormir y no contestaba su teléfono, por lo que comenzaron a buscarlo pero no tuvieron noticias de él.
Al serle mostradas las fotografías del cuerpo encontrado en el monte lo reconoció plenamente como su hijo, manifestando que desconocía quién o quiénes lo asesinaron y las razones por las que lo hicieron.
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