12 de septiembre de 2014

¡Ejecutaron 2 jóvenes con el tiro de gracia en Valparaíso, Zacatecas!

  • Sus cuerpos fueron hallados a espaldas de un kínder, en estado de putrefacción
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VALPARAISO, ZAC.- Dos jóvenes fueron ejecutados, aparentemente con el tiro de gracia en la cabeza, y sus cadáveres tirados en un predio a espaldas del jardín de niños "Enrique Rebsamen" en esta cabecera municipal, donde fueron localizados en estado de putrefacción la tarde del pasado jueves 11 de septiembre.
Los familiares de los jóvenes, tras identificarlos plenamente, señalaron que no sabían nada de ellos desde el lunes 8, último día en que tuvieron comunicación con ellos, por lo que ignoraban quién o quiénes los ejecutaron y las razones por las que lo hicieron.



Los asesinados respondieron a los nombres de Noé Padilla Álvarez y Mico Gutiérrez García, ambos de 18 años de edad.
El primero con domicilio en Sierra Nevada número 99 de la colonia Sierra Dorada y el segundo en la calle Pirul número 62 del barrio Buenavista, ambos en este municipio de Valparaíso.
El jueves, alrededor de la una de la tarde, vecinos de la colonia Lomas del Valle llamaron al servicio de emergencia 066 para reportar que en un predio de la calle Nogal se encontraba una camioneta abandonada y se percibían olores fétidos.
Algunos de los habitantes se aproximaron al lugar y a la distancia observaron los cuerpos de dos hombres, por lo que decidieron dar parte a las autoridades.
Los primeros que se trasladaron al lugar fueron oficiales de la Policía Preventiva, que confirmaron la presencia de los cadáveres y de la unidad de motor, que tenía todas sus puertas abiertas.
A simple vista, detectaron que los cuerpos de los hombres presentaban el tiro de gracia en la cabeza y huellas de tortura, además de putrefacción, por lo que acordonaron la zona.
El hallazgo, concretamente, tuvo lugar en la calle Nogalitos, cerca de las calles Fresno y Roble, justo a espaldas del kínder "Enrique Rebsamen".
Uno de los cuerpos yacía boca arriba y el otro recostado sobre su lado derecho. El que estaba boca arriba portaba un cinturón y en la hebilla llevaba grabado el nombre de Jaime Castruita Padilla.
Los cuerpos fueron ubicados a un lado de una camioneta Chevrolet Trail Blazer, color arena, de modelo reciente y de cuatro puertas, las cuales estaban abiertas.
Al lugar acudieron efectivos del 97 Batallón de Infantería del Ejército Mexicano y agentes de la Policía Ministerial, que iniciaron las investigaciones correspondientes.
Elementos de Servicios Periciales levantaron los cadáveres y los trasladaron al SEMEFO, a donde ingresaron en calidad de desconocidos.
Posteriormente, a las once y media de la noche, en la Comandancia de la Policía Ministerial se presentó el señor Miguel Padilla Rodríguez, de 48 años, que identificó a uno de los ejecutados como su hijo Noé Padilla Álvarez.
Luego, a las 00:30 horas ya del viernes, se presentó Graciela García Quintanilla, de 44 años, que reconoció al otro ejecutado como su hijo Mico Gutiérrez García.
Ambos padres, por separado, coincidieron en declarar que desde el lunes 8 de septiembre ya no tuvieron comunicación con sus hijos y que desconocían por qué los asesinaron.

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